Derrota dolorosa

Foto: Atlanta Oficial

Atlanta cayó en su visita a Deportivo Madryn por 4 a 1. El periplo por tierras sureñas fue malo por donde se lo mire. No hay nada para rescatar de un partido en el que se vio superado por su rival desde el primer minuto de juego y donde demostró que los errores que se cometen se buscan en la red propia.
Antes de los 3’ de juego el equipo de Walter Erviti ya se encontraba en desventaja, no encontraba la pelota y el local vislumbraba que iba en busca de los 3 puntos. Tal es así que Marinucci con un remate desde afuera del área puso el 1 a 0. La inexorable ley del ex se volvía a cumplir.
El aurinegro seguía dominando el balón y las acciones ante la pasividad defensiva de Atlanta que no hacía pie, que no ganaba la mitad de la cancha, que no podía frenar el ímpetu del dueño de casa que llegaba sin lastimar pero era el dueño de las acciones.
En la primera etapa la visita solo tuvo un disparo desde media distancia que se fue ancho. Pero iba a sufrir algo que viene sufriendo partido tras partido y que es la pelota a espalda de los centrales. Un pelotazo en profundidad tuvo el mal cálculo de Francisco Rago para despejarla fuera del área con la cabeza, la pelota lo sobró y el cabezazo fue para atrás dejando a Sánchez para empujarla y marcar el segundo.

Uno esperaba cambios en el equipo desde el minuto cero de la segunda etapa, pero Erviti se tomó su tiempo. Los ingresos de Bisanz (encara como siempre) y de Pedrozo (tuvo una muy clara pero su remate se fue muy por arriba del travesaño) adelantaron un poco al conjunto de Villa Crespo.
A los 19’ la ilusión cobró sentido cuando Gonzalo Berterame, recién ingresado y en la primera que tocó sacó un derechazo bajo junto a un palo para lograr el descuento. Pero Atlanta fue sólo eso.
Siguió buscando pero casi sin saber cómo hacerlo. A los 36’ un desborde por derecha de Michelena encontró en su centro el pie de Opazo para el 3 a 1. Un minuto más tarde Atlanta pareció reponerse y meterse de nuevo en partido, pero el penal a favor fue ejecutado muy arriba del travesaño por Klusener. Y todo ser terminó.
Al final hubo tiempo para el 4 a 1. Atlanta debe pensar y mucho en los errores que viene cometiendo. Tiene que trabajar en la concentración, en estar metido los 90 minutos para que no vuelva a sufrir esas lagunas que te hacen sacar del medio las pocas veces que te llegan y que te hacen dejar puntos en el camino que ya no se van a descontar. Está a once puntos de la punta (pueden ser 14) y afuera del reducido. Falta mucho es verdad, pero el tren se empieza a alejar.